El Fondo Malala empodera a las niñas a través de la educación, transformando vidas y comunidades en todo el mundo. Más de 130 millones de niñas no asisten a la escuela hoy en día debido a barreras como la pobreza, los conflictos y la discriminación de género. La educación es clave para romper los ciclos de pobreza, mejorar los resultados de salud e impulsar el crecimiento económico. Al donar al Fondo Malala, apoya a activistas de la educación de base y a iniciativas políticas que eliminan estos obstáculos. Las niñas educadas se casan más tarde, ganan salarios más altos y reinvierten en sus familias y comunidades, creando un efecto dominó que beneficia a todos. Su contribución ayuda a construir un mundo donde cada niña tenga la oportunidad de aprender, liderar y vivir libremente, fomentando en última instancia un mundo más justo y más pacífico.
Los unitarios universalistas valoran la justicia social, la igualdad y el valor y la dignidad inherentes de cada persona. El apoyo al Fondo Malala se alinea con estos principios, ya que ayuda a eliminar las barreras educativas para las niñas en todo el mundo, promoviendo la equidad y el empoderamiento. La educación fomenta el potencial individual e impulsa un cambio social positivo, dos valores que resuenan fuertemente con los unitarios universalistas. Al apoyar al Fondo Malala, la iglesia no solo ayuda a transformar vidas, sino que también encarna su compromiso con la justicia y la compasión a escala mundial.
Sus donaciones se igualarán 1:1 hasta $5,000.
Por favor, done generosamente a esta digna organización.
—Björn Nilson