El reverendo Axel Gehrmann y la asistente de adoración Allysson McDonald
Vivimos en una sociedad cada vez más pluralista, que se esfuerza por aceptar una diversidad de culturas y convicciones, experiencias vividas e intereses en pugna. Cuando no podemos lograr un consenso, a menudo terminamos la conversación diciendo: "acordemos estar en desacuerdo". ¿Qué pasaría si esas palabras no fueran el final, sino el comienzo de nuestros esfuerzos? Si desea unirse a nuestro servicio a través de Zoom, haga clic en aquí.