Rev. Axel Gehrmann y WA Page Galloway
El psiquiatra M. Scott Peck escribe: “No puede haber vulnerabilidad sin riesgo; no puede haber comunidad sin vulnerabilidad; No puede haber paz y, en última instancia, no puede haber vida sin comunidad”. Esto plantea varias preguntas: ¿Cuándo vale la pena arriesgarnos a volvernos vulnerables? ¿De qué manera somos vulnerables, lo queramos o no? ¿Y qué pasaría si la vulnerabilidad no fuera una debilidad, sino más bien una fortaleza, o incluso una superpotencia que pudiera ayudarnos a cambiar el mundo?